"La historia que narra esta novela es del todo inverosâimil... y sin embargo sucediâo. Es increâible, pero es verdad: un museo de primer nivel internacional --el Reina Sofâia-- encarga para su inauguraciâon en 1986 una obra a una estrella de la escultura, el norteamericano Richard Serra. El escultor entrega una pieza creada ad hoc para la sala en la que iba a exhibirse. La escultura en cuestiâon --Equal-Parallel/Guernica-Bengasi--consta de cuatro bloques de acero independientes de grandes dimensiones. Inmediatamente se eleva la pieza a obra maestra del minimalismo. Finalizada la muestra, el museo decide guardarla, y en 1990, por falta de espacio, la confâia a una empresa de almacenaje de arte, que la traslada a su nave en Arganda del Rey. Cuando quince aänos despuâes el Reina Sofâia quiere recuperarla, resulta que la escultura --Æde treinta y ocho toneladas!-- se ha volatilizado. Nadie sabe câomo ha desaparecido, ni en quâe momento, ni a manos de quiâen. Para entonces la empresa que la custodiaba ya ni siquiera existe. Cero pistas sobre su paradero. La misteriosa desapariciâon queda elevada tambiâen a categorâia de obra maestra. Como el escâandalo adquiere resonancia mundial, Serra acepta replicar la pieza y darle rango de original, y el Reina Sofâia, sumarla a su exposiciâon permanente. Entre la novela de no ficciâon y la crâonica novelada, entre el disparate y lo alucinâogeno, Obra maestra reconstruye a ritmo de thriller trepidante un caso que lleva a hacerse algunas preguntas perturbadoras: Åcâomo es posible que algo asâi sucediera? ÅCâomo se convierte en original una copia? ÅQuâe es arte en el arte contemporâaneo? ÅCuâal fue el verdadero destino de la famosa, enorme y pesada escultura de acero convertida en aire? ÅEs posible que un dâia aparezca? Para responder a estas y otras preguntas, las pâaginas de la novela acogen una sucesiâon de voces muy dispares: las de la fundadora del Reina Sofâia, algunos de sus directores, los policâias de la Brigada de Patrimonio que investigaron la desapariciâon, la jueza que instruyâo el caso, personal del museo, ministros, el empresario que custodiâo la obra, galeristas americanos, el propio Richard Serra, su amigo --y antiguo ayudante-- Philip Glass, marchantes de arte, crâiticos, artistas, concejales, coleccionistas, un coreâografo que danzâo alrededor de la escultura, ingenieros, periodistas, historiadores, vigilantes, polâiticos, una terrorista, un jubilado, un camionero, un chatarrero, un taxista, una agente de la Interpol, el propio autor del libro, en tratos con una editora para escribirlo, o Câesar Aira, que propone una teorâia tan loca como deliciosa sobre el verdadero destino de la escultura"--Page 4 of cover.