ste primer volumen de su obra poética completa, al que el propio Chirinos denominó su Cuaderno rojo en homenaje a los Beatles, reúne títulos que anteriormente sólo habían sido publicados en el Perú o en plaquettes de limitada circulación en España. En la obra de Eduardo Chirinos destaca la evocación de una gran diversidad de tiempos y referencias, recurso con el que el poeta conforma una muy personal miscelánea del universo. A lo largo de más de una veintena de libros, su palabra celebra indistintamente los dones que ofrecen la naturaleza y la cultura: de ahí la constante invocación a poetas de distintas geografías, idiomas y tradiciones, unidos por un impulso activo a la vez que receptivo que funde en un solo acto la lectura con la escritura. Este inusual impulso creativo, que lo llevó a ser uno de los poetas más prolíficos de su generación, no obstante, queda atenuado por la propia palabra, en ocasiones modesta pero siempre plena, cabal en sus resonancias íntimas. Martín Rodríguez-Gaona