Medea es, sin lugar a dudas, la mejor obra de Eurípides que conservamos. Esta tragedia habla del amor y, sobre todo, del desamor, de las consecuencias de ambos y de las acciones a las que nos pueden llevar esos estados. Las Troyanas es un texto tan vigente hoy como en el año 415 a.C.; pone en escena la caída de Troya.