Desde el título del libro que los contiene, hay en estos cuentos una provocación que también es un llamado y una advertencia: forman un todo que se lee, como dicen, con el alma en vilo; porque en ellos muchas certezas se rompen, porque desde ellos se nos devela toda la dureza de crecer en una cultura que no ama a las mujeres, y de hacerlo con un cuerpo de mujer que además se sabe roto. Sin embargo, la fragilidad que encarnan estos bellos personajes no les impide la valentía, ni quien narra se permite concesiones. Los personajes son heroicos en la medida en que lo son quienes pueden ver en la oscuridad por la que atraviesan, sin retroceder. Esta oscilación entre la mirada que es crítica y no se da coba y una belleza luminosa, casi tierna, hacen de esta escritura una de las más esplendorosas, serias y logra-das entre los escritores jóvenes en nuestro país.
- Claudia Ivonne Giraldo G.