Después de 56 años de su primera edición, Los pasos perdidos continúa siendo un clásico de la literatura hispanoamericana. Nos hallamos ante una gran aventura, la aventura del viaje a lo desconocido, en las profundidades de una selva como la amazónica, hasta un poblado primitivo, donde el viajero, tras un periplo que si bien ocupa sólo unas pocas semanas parece costar cientos, miles de años, se encuentra con el ser humano en su estado primigenio, cuando comenzaba sólo a nombrar las cosas. El protagonista del viaje es un hombre amargado, enajenado, procedente de la civilización más adelantada tecnológicamente y, al mismo tiempo, más implacable y destructora espiritualmente, que tiene que decidir si quiere permanecer en un mundo primitivo, carente de bienes materiales pero donde ha encontrado la felicidad, o retornar a la civilización donde es infeliz aunque posea «todo». Los pasos perdidos constituye una profunda reflexión sobre el mundo de la modernidad y la situación en la que vive el ser humano, todo ello dibujado a través de lo real maravilloso y de un lenguaje barroco que Carpentier, como nadie, llevó hasta sus últimas consecuencias; en definitiva, una obra maestra de la literatura.