Los clérigos medievales, que no han de confundirse con los sacerdotes o los monjes, son los descendientes de un linaje original en el mundo urbano medieval de Occidente. Encarnan la tradición de los intelectuales. Aunque la palabra es moderna, designa acertadamente esa múltiple función del clérigo que desempeñaba los papeles de pensador y docente, de transmisor de tradiciones literarias o de editor y productor de textos en el sentido material del término.