Los encantadores de gusanos se presentaron en unas tierras del señor Brasen. -Es curioso -dijo Crump-, pero no veo ningún hoyo de gusano. El señor Brasen dijo que los hoyos estaban arruinando el prado. Pero, ¿dónde están? En efecto, era extraño que no hubiera hoyos de gusanos. Era casi como si el señor Brasen les hubiera dicho un montón de mentiras.