Thomas Eidson como autor de westerns estriba en que sus novelas no se limitan a recrear la historia del Viejo Oeste; también se interesan por el aspecto religioso, los códigos culturales, el enfrentamiento entre cristianismo y paganismo y la existencia de lo sobrenatural. "La última galopada" (1995) es una novela intencionadamente crepuscular. Una novela plena de aventura, terror y misterio.