Mientras leo, tengo la sensación que me da la literatura que más me gusta: la de estar mirando a través de una ventana y ver de pronto sobre el cristal, como un espectro, mi propio reflejo.
Este libro nos presenta a una Elena Garro que quizá solo conocieron sus amigas más íntimas. Una Elena humana y, por lo tanto, falible y multifacética. Para trazar este magnífico retrato, Jazmina Barrera hila con rigor científico y sentido del humor una colección personal en torno a la escritora: fragmentos de sus obras, diarios, cartas y entrevistas se trenzan con citas de documentales, algunas carpetas de los Elena Garro Papers del archivo de Princeton, y hasta con sesiones de tarot, I Ching y astrología.
La reina de espadas resalta la peculiar forma de habitar el mundo de Elena Garro y su capacidad para dotarlo de nuevos sentidos a través de los temas que la obsesionaron: el tiempo, la catástrofe, los gatos, la lucha campesina, las puestas en escena y los viajes. Aquí no hay certezas ni juicios: solo el vaivén de una personalidad camaleónica en la mirada apasionada, feminista e inteligente de una investigadora que se transforma conforme avanzan sus pesquisas. La observación aguda que caracteriza la pluma de Jazmina Barrera se alía con su infinita curiosidad y con su prodigiosa memoria para regalarnos una serie de instantáneas de una gran escritora del siglo XX. Y, al hacerlo, demuestra pertenecer a ese mismo linaje.