La mujer rota es la víctima estupefacta de la vida que ella misma eligió: una dependencia conyugal que la deja despojada de todo y de su ser mismo cuando el amor le es rehusado. (...) No se vive más que una sola vida pero, por la simpatía, a veces es posible salirse de la propia piel. He querido comunicar a mis lectores ciertas experiencias de las cuales participé de esa manera. Me siento solidaria de las mujeres que han asumido su vida y que luchan por sus objetivos, pero eso no me impide -al contrario-interesarme por aquellas que, de un modo u otro, han fracasado. Se escuchan aquí las voces de tres mujeres, en los tres relatos que incluye esta obra ( LA MUJER ROTA, LA EDAD DE LA DISCRECIÓN y MONÓLOGO ), que se debaten con palabras en situaciones sin salida: la edad, la soledad, la agonía del amor. Metáforas, a la vez, de esa parte de fracaso que todo destino humano depara. A pesar del tiempo que ha transcurrido desde que se escribió esta obra, refleja muy bien la situación actual de la mujer en nuestra sociedad, que ha variado poco en muchos aspectos.