En un convulso 1974, mientras el ejército turco ocupa el norte de Chipre, Kostas, un griego cristiano, y Defne, una turca musulmana, se reúnen en secreto bajo las vigas ennegrecidas de la taberna La Higuera Feliz, donde cuelgan ristras de ajos, cebollas y pimientos. Allí, lejos del fragor de la guerra, crece a través de una cavidad en el techo una higuera, testigo del amor de los dos jóvenes, pero también de sus desencuentros, de la destrucción de Nicosia y de la trágica separación de los amantes. Décadas más tarde, en el norte de Londres, Ada Kazantzakis acaba de perder a su madre. A sus dieciséis años, nunca ha visitado la isla en la que nacieron sus padres y está desesperada por desenredar años de secretos, división y silencio. La única conexión que tiene con la tierra de sus antepasados es un Ficus carica que crece en el jardín de su casa.
La isla del árbol perdido es una historia llena de magia sobre la pertenencia y la identidad, el amor y el dolor, y la asombrosa capacidad de regeneración a través de la memoria.