En La invención del arte, Larry Shiner nos invita a reconsiderar la historia del arte en su conjunto, y sostiene que algunas de las ideas que todos tenemos de dicha historia (como que el arte comenzó en la Antigua Grecia o en el Renacimento) son, en realidad, invenciones modernas, y que la línea que separa el arte y la artesanía fue producto de las cruciales transformaciones que se dieron en Europa durante el siglo XVIII.
También muestra cómo el sistema moderno sostiene su hegemonía asimilando a los artistas y a los músicos que le ofrecen resistencia y trazando una estricta distinción entre artistas y artesanos, arte culto y artesanía.