Me ha llegado a las manos este estupendo libro de Ramón Jimeno que cuenta las vidas de dos colombianos que no han conocido alternativa a la honestidad: un par de ciudadanos de carne y hueso que comparten tanto el apellido Velásquez como la necesidad de cumplir con su deber cueste lo que cueste, y en los momentos más sucios, más sangrientos y más plagados de villanos y de némesis de la historia reciente de Colombia.
El primer Velásquez es el coronel que a pesar de todo, contra viento y marea y entre las balas, encabezó aquel Bloque de Búsqueda que a principios de los años noventa demostró que los narcos hacían parte del organigrama del Estado. El segundo Velásquez es el magistrado que está cumpliendo treinta años de poner en evidencia la manera como la crimi-nalidad se va enquistando, invitada por las ambiciones desmedidas de las élites, en las instituciones del Estado. Si uno no puede parar de leer es porque Jimeno no es solo un periodista brillante, sino un narrador que ha pasado por todo. Se le nota la pericia, la destreza.
RICARDO SILVA ROMERO