Durante los siglos XV y XVI el conocimiento que Europa tenía del resto del mundo conoció una transformación fundamental. La conexión de los océanos del mundo que hicieron posible las exploraciones marítimas y el consiguiente dominio de los mares se convirtió en la base para la extensión última de la influencia europea en cada continente habitado, así como para la correspondiente expansión comercial y territorial. Pero ¿cómo se puede explicar la rapidez de las exploraciones y de la expansión europea? ¿Fue la Era de los Descubrimientos tan repentina y arrolladora como a primera vista parece, o fue más bien el resultado de fuerzas que habían ido madurando durante largo tiempo en la propia Europa? ¿Qué motivos están detrás de este movimiento expansionista, y por qué Portugal y España fueron sus pioneros? ¿Cómo afectaron los factores externos a Europa al carácter de este expansionismo? Tales son los temas que David Arnold intenta elucidar principalmente en esta concisa obra que se ha convertido en un clásico.