Una apacible tarde de agosto, Aliona y Sofia, hermanas de once y ocho años, juegan a orillas del mar. Cuando emprenden el camino de regreso a casa, un extraño se ofrece a llevarlas en su coche. Ellas, confiadas ante la amabilidad del desconocido, aceptan. Las niñas solo se alarman al ver que dejan atrás el desvío que debían haber tomado. Cuando Aliona saca su móvil y el hombre se lo arrebata de las manos, las hermanas comprenden que están en peligro. La pesadilla acaba de comenzar.
Así arranca La desaparición, como un noir que transcurre a lo largo de un año en la gélida y remota región de Kamchatka, aunque muy pronto se revela como mucho más. Sin duda hay un misterio que resolver: ¿qué incierto destino aguarda a las hermanas Golosóvskaia? Pero, ante todo, la novela estructurada en trece capítulos que se centran en otros tantos personajes femeninos, todos ellos conectados por el secuestro de las niñas plasma con maestría el impacto que el terrible suceso tendrá en la vida de las mujeres de Kamchatka y saca a relucir las distintas formas de violencia que padecen. Víctimas de la inestabilidad y el desamparo, sienten que la tierra sobre la que caminan podría desaparecer en cualquier momento, y se preguntan qué será lo próximo que la vida les arrebate.
Considerada por la crítica estadounidense una de las irrupciones literarias más relevantes de los últimos tiempos, Julia Phillips ha escrito una impactante novela que, gracias a su estilo absorbente, sobrio y poético, y a una enorme empatía hacia sus personajes, se erige como una hipnótica historia de historias en la que convergen el suspense, la más acuciante denuncia y la deriva existencial.