Aun hoy en día, cuando han transcurrido ya muchos siglos desde su desaparición, la civilización romana continúa siendo uno de los fenómenos históricos más importantes, decisivos y estudiados. El presente libro, no obstante, propone analizarla desde un punto de vista decididamente original: como un sistema complejo en que aparecen indisolublemente unidos lo humano y lo inhumano, es decir, lo material y lo espiritual. La razón de todo ello es que la historia humana no sería la historia de los hombres y de las mujeres si no interviniera en ella el pensamiento consciente, ese inmenso subconsciente que se transmite de una generación a otra.
De esta manera, la obra pretende definir un cierto estilo, el estilo romano, que aplica indistintamente al arte militar, la arquitectura, la poesía, la moral, la política o la legislación. Y así, a medida que el lector va adentrándose en el texto, también va descubriendo todas las constantes del espíritu romano: el amor a la tierra, la pasión por la justicia, la obsesión por lo sobrenatural y el gusto por la vida, por mencionar sólo algunas. En otras palabras, todo lo que nos han legado Cicerón y Virgilio, los juristas y políticos de Roma y, a través de ellos, el resto de los romanos que vivieron aquel instante irrepetible de la historia.