Este libro aborda la antropología filosófica, disciplina que investiga y medita sobre el ser humano. Este es visto bajo el prisma de la intencionalidad, como núcleo de intencionalidades diversas: cognoscitiva, volitiva, emocional, e, incluso, ontológica. Es decir, como impulso de existir (conatus existendi, como lo llamaba Spinoza). Beuchot propone un análisis desde la hermenéutica analógica, ya que el ser humano es un análogo o ícono del universo: un microcosmos. Tiene fraternidad con el cosmos entero y por eso está llamado a cuidar de él. Posee, entonces, un lado natural, pero también un lado cultural y tiene que atender a estos dos polos que lo constituyen.