ARNAL GIL, TXABI / BRUGUERA, NEUS
Comenzó siendo una brisa agradable. Muy agradable.Poco a poco la brisa ganó velocidad, se convirtió en viento, a veces juguetón, a veces molesto. Después el viento sopló con más fuerza, con enfado. Y se transformó en vendaval, un vendaval que robó las hojas a los árboles,los sombreros a las cabezas, las tejas a los tejados y el equilibrio a los ciclistas. El vendaval creció hasta convertirse en huracán.