Por este libro desfilan dos figuras cimeras del pensamiento crítico en Colombia en las tramas de una
generación que formó parte de lo que en el mundo se conoció desde fines de 1950 como la nueva
izquierda. Las afinidades electivas de Mario Arrubla y Estanislao Zuleta favorecieron una
sociabilidad a la que dieron curso y les marcó desde su adolescencia. Sus complejos periplos vitales
fueron más allá de la militancia política y de la academia en una doble descolocación y, sin
embargo, se erigieron como promotores del pensamiento, educadores no formales y gestores de
opinión crítica. Mediante proyectos editoriales y revistas organizadoras de la cultura dieron cuenta
de recepciones heterodoxas del marxismo y del psicoanálisis, y concretaron el llamado compromiso
sartreano en el país. De forma aparentemente paradójica promovieron una radicalización discursiva
que condujo a la creación del Partido de la Revolución Socialista y elaboraron una crítica muy
pionera a la opción armada.