Los seis nombres reunidos en este libro forman una constelación en el cielo de la historia: seis autores que no compartieron las encendidas visiones de progreso infinito y felices transiciones hacia democracias estables y perpetuas, tan difundidas en las últimas décadas del siglo pasado.
Para Adolfo Gilly, los protagonistas de las muchas guerras de liberación y revoluciones sociales de ese siglo estuvieron impulsados no por una visión precisa de un mundo futuro, sino por la insoportable condición del mundo en que vivían. Su violencia se nutría, en palabras de Walter Benjamin, de la imagen de los antepasados esclavizados y no del ideal de los descendientes liberados. Se nutría pues de la experiencia acumulada del pasado, es decir de lahistoria, tal como ésta se preserva en las mentes, la memoria y las relaciones cotidianas de los subalternos. Los seis autores aquí estudiados quisieron, como pedía Benjamin, cepillar a contrapelo el pelaje demasiado brilloso de la historia.
Tarea de justicia y de lucidez a la vez que resistencia contra esa pandemia, Gilly reivindica un arte de narrar la historia que posea pues, el don de encender en el pasado la chispa de la esperanza.