Este libro aúna la guía de viajes con la gastronomía: por una parte describe una selección de los edificios monásticos españoles y por otra recoge algunas de las recetas que han salido de sus muros en el pasado o en la actualidad y que generalmente son platos sencillos como cocidos, tortillas o sopas, con variantes regionales, así como los célebres dulces que les han dado merecida fama.