Gisela es una niña de cristal: luminosa, frágil y transparente de la cabeza a los pies. Ella refleja los objetos de su alrededor y cambia de tonalidad con la luz de las estaciones. Es tan excepcional que vienen de todas partes del mundo a verla. Pero la pequeña Gisela tiene otra peculiaridad: en su frente clara, sus pensamientos, buenos y malos, se pueden leer como en un libro abierto.
Al crecer, esta particularidad se hace más difícil de llevar. Algunas de sus reflexiones, sobre todo cuando está triste y abatida, hacen enfadar a la gente y, para algunos, resultan insoportables. Por ello, Gisela se marcha en busca de un hogar, viaja de un lugar a otro, hasta que un día descubre que, como la verdad, además de luminosa, debe ser valiente.
Se trata de uno de los primerísimos trabajos de Beatrice Alemagna, publicado en Francia en 2002, hasta ahora inédito en castellano. Un hermoso libro, ilustrado con diferentes técnicas como el collage, el lápiz y el uso de capas y transparencias, que invita a una lectura literal y también metafórica. De su proceso creativo, la autora ha dicho: «Me encantan las mezclas y los híbridos. Me encanta evitar muros o barreras. Me encanta no preocuparme por los límites de edad, los límites de tiempo, las reglas estéticas precisas, las convenciones preestablecidas [...]. Todo esto viene de una gran confianza en mí misma. Siempre trabajo con algo de dentro, algo fuerte y que se expresa de manera clara e intensa».