GALLARDO SABORIDO, EMILIO JOSÉ / ESCOBAR BORREGO, FRANCISCO JAVIER / RUIZ MORALES, FERNANDO C.
La Baja Andalucía ha sido reconocida tradicionalmente por los estudios especializados en flamenco como cuna de las primeras expresiones de este arte y como un fértil sustrato donde florecieron y se consolidaron buena parte de los estilos más refinados y complejos, así como los intérpretes que los condujeron a su decantación hacia la belleza y la rotundidad. No obstante, el flamenco muy tempranamente mostró el vigor y la excelencia necesarios para trascender sus límites originarios, cruzar fronteras regionales y nacionales, y cautivar así a públicos tanto europeos como americanos. Este volumen rastrea las huellas del flamenco en sus viajes hacia (y desde) América Latina, atestiguando cómo el encuentro con otras músicas propició la hibridación que condujo a moldes expresivos novedosos, y cómo los horizontes americanos brindaron oportunidades artísticas a quienes tuvieron, por causas diversas, que instalarse en países como Argentina o México. Para ello revisa los casos de artistas de naturaleza plural (Lola Flores, Esteban de Sanlúcar, Rosario la Andalucita, Pastora Imperio, Manuel Benítez Carrasco, Cantinflas o Manuel María Ponce) y se acerca a la relevancia del flamenco como un favorecedor de la sociabilidad y un marcador identitario para la emigración española, en general, y andaluza, en particular, en América Latina.