Este libro se sumerge en el fascinante universo de los finales artísticos, especialidad, entre otras, del genial Réti. Está actualizado y contrastado con los potentes módulos de análisis actuales. Sin embargo, resulta enriquecedora la observación del británico Frank Healey (1828-1906), especialista en la composición ajedrecística:
"Los problemas constituyen ciertamente la poesía del ajedrez. Bajo una forma distinta, les solicitamos a las humildes tareas del problemista la misma profundidad imaginativa, la misma ágil percepción de la belleza y la misma fecundidad creativa que le requerimos al poeta. Sin llevar la analogía demasiado lejos, podríamos afirmar que las 32 piezas conforman el alfabeto del compositor, que el tablero es la hoja de papel y que las posiciones que se inscriben en él son comparables a un buen número de estrofas."
Réti hablaba varios idiomas y tenía conomientos de pintura, de música y de literatura. Escribió además Nuevas ideas en ajedrez y Los grandes maestros del tablero.