Escribe sobre mujeres de todas las edades y circunstancias, y sobre sus amigos, amantes, padres e hijos. Sus historias, contadas de una forma cruda, directa y honesta, parecen tan reales como la nuestra.
Desde el relato homónimo, donde descubrimos la historia de una mujer incapaz de abandonar a su marido, hasta los cuentos sobre Juliet y sus complicadas relaciones, Munro va desmenuzando la verdad de cada una de sus heroínas cotidianas. El objetivo no es tanto el de contar su historia sino el de revelar el sentido de sus vidas, una sublimación liberadora o una especie de epifanía mediante la cual se dan cuenta de quiénes son y quiénes han sido.