Este libro es un ejercicio biográfico, histórico y creativo que reivindica el relevante papel que para la sociedad colombiana decimonónica tuvo la presencia de Rafael María Merchán, de quien se ha dicho mucho, pero se ha escrito más bien poco. A los 28 años, siendo un periodista de oposición, tuvo que huir de La Habana porque las autoridades coloniales le decretaron la muerte por "garrote vil" llegó a Colombia donde construyó ferrocarriles, fue crítico literario, periodista, impresor, editor y, además, poeta; y que en 1902, recién inaugurada la república de Cuba, fue nombrado por el presidente Tomás Estrada Palma como el primer embajador en España y Francia.
