Cuando dos espíritus comenzaron a hablarle a un académico francés a través de dos jóvenes médiums y "revolucionaron por completo sus ideas y convicciones", Allan Kardec decidió poner por escrito estas revelaciones espiritistas. El resultado sorprendió a la alta sociedad de mediados del siglo XIX, que ya estaba fascinada por el tapping espiritual y otras paranormalidades, y le valió a Kardec un lugrar en esta historia de lo paranormal com el padre del espiritismo.