El enigma Spinoza es una obra maestra de la ficción, fascinante, ambiciosa y provocadora como pocas.
¿Qué conecta al filósofo judío del siglo XVII, Baruch Spinoza, con el principal ideólogo de la solución final nazi? A los dieciséis años, Alfred Rosenberg recibe un castigo escolar por sus comentarios antisemitas: memorizar pasajes de Spinoza tomados de la autobiografía de Goethe. Rosenberg se sorprende al descubrir que Goethe, su ídolo, admiraba al filósofo judío. Mucho después de su graduación, sigue obsesionado con ese enigma. ¿Por qué el gran poeta alemán pudo haberse sentido inspirado por un miembro de la raza que él desprecia hasta el punto de querer destruirla? A causa de sus opiniones religiosas poco ortodoxas, Spinoza fue expulsado de la comunidad judía de Ámsterdam en 1656, a los veinticuatro años, y se esfumó del único mundo que conocía. Aunque su existencia fue breve y austera, produjo una obra que cambió el curso de la historia. Con el tiempo, Rosenberg se transformó en un servidor leal de Hitler y el principal autor de la política racista del Tercer Reich. Sin embargo, no conseguía olvidar a Spinoza
Mediante sus dotes excepcionales como narrador, logra introducir al lector en la mente de dos hombres separados por los siglos y por una visión opuesta del mundo.