Los crayones que Duncan había perdido, ol-vidado en algún lugar durante las vacacio-nes, abandonado en el patio al calor del sol, tirado al suelo al alcance de su perro o que había dejado en su bolsillo y terminaron en la lavadora, le escriben cartas para exigirle que los rescate de los apuros en los que se encuentran. Duncan se pone triste por ha-berlos abandonado y de inmediato pone manos a la obra para recuperarlos a todos y compensar el tiempo perdido.