El coronel llega una mañana fría y ese día empieza a llover. Es esa época del año en que el universo se vuelve monocromo. Gris el cielo bajo, grises los hombres, grises la Ciudad y las ruinas, gris el gran río de corriente lenta. El coronel llega una mañana y da la impresión de emerger de la niebla, él mismo es tan gris que parece un amasijo de partículas descoloridas, de cenizas, como si hubiera sido engendrado por ese mundo privado de sol.» Un especialista en interrogatorios es destinado a una ciudad de un país en guerra, donde cumple cada día con su oficio de forma implacable. Por la noche, el coronel no duerme. Un ejército de fantasmas, sus víctimas, invade sus pensamientos y se apodera de su mente cuando intenta conciliar el sueño. Junto al coronel, en la sombra, su ordenanza trata de no mirar, de no ver, de fingir que está en otra parte. Y, disponiéndolo todo en un gran palacio vacío, un general que se aburre juega contra sí mismo al ajedrez y acaba enloqueciendo. "El coronel no duerme" es un relato poético y poderoso sobre la barbarie y el absurdo de la guerra