El presente libro, basado en un influyente artículo que «ha configurado la totalidad de los debates políticos de estos últimos años» (Foreign Policy), es un informe incisivo y profético, en la línea del Francis Fukuyama de El fin de la historia, sobre las distintas formas adoptadas por la política mundial tras la caída del comunismo.
La fuente fundamental de conflictos en el universo posterior a la Guerra Fría, según Huntington, no tiene raíces ideológicas o económicas, sino más bien culturales: «El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial; las líneas divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro». Y, a medida que la gente se vaya definiendo por su etnia o su religión, Occidente se encontrará más y más enfrentado con civilizaciones no occidentales que rechazarán frontalmente sus más típicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado.
Así, Huntington al tiempo que presenta un futuro lleno de conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamen te «desoccidentalizadas» acaba recomendando un más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el sudeste asiáticos.