Un padre, escritor de reconocido prestigio, decide emprender una larga caminata con su hijo adolescente. A través de un paso de montaña, se dirigen juntos a la casa fundacional de la familia, el hogar de los abuelos.
Durante el camino, y en una progresiva intensidad de comunicación, padre e hijo exploran la mutua intimidad de cada uno. En el curso de la andadura el padre revela al hijo las sorpresas que encierra una naturaleza aparentemente muda y uniforme: árboles, flores silvestres, arroyos, montañas, estrellas, hasta las irregularidades del rústico sendero, se llenan de sentido ante los ojos y oídos del hijo. Al mismo tiempo, el camino se carga de humanidad al relatar el padre la íntima relación que existe entre el camino y la existencia de quienes lo han recorrido desde siempre.
Pero el camino es más. En un delicado y espontáneo diálogo que da paso a preguntas y respuestas, padre e hijo van desvaneciendo la tenue malla que hasta el momento les había impedido un conocimiento mutuo en profundidad.
El resultado de la experiencia es el enriquecimiento del padre y del hijo, que se reconocen en las imágenes que cada uno proyecta en el otro.
Un relato lleno de ternura y de amor. Amor hacia la naturaleza, hacia la humanidad, hacia la familia, concebida como la suma de eslabones que completan un destino.