A Mobuko Tanaka nunca la han sacado a bailar. Siempre ha sido una chica callada y tímida, un personaje secundario en su propia vida. Pero ahora, con veinte años, Mobuko se ha enamorado por primera vez. El chico de sus sueños es Irie, un compañero del supermercado en el que trabaja. En este séptimo tomo, tras el incidente en el parque, lleva a Tanaka e Irie a considerar como sería besar a la persona que te gusta. Sus imaginaciones están disparadas y están tan nerviosos que acaban causando problemas en trabajo. No es fácil ser uno mismo cuando te gusta alguien, pero poco a poco la distancia entre ellos se acorta un poco más cada día
Una historia fresca y divertida sobre el primer amor y lo importante que es creer en uno mismo