Un viaje dialogado con amenidad y agudeza, muestra de la extraordinaria virtud del autor para razonar, transmitir y contagiar sus pasiones.
Juan Villoro es reconocido como uno de los grandes escritores latinoamericanos actuales. Periodista, novelista, cuentista, ensayista y cronista, reunió por primera vez sus ensayos literarios en Efectos personales (Premio Mazatlán 2001), al que siguió De eso se trata (2004), títulos que hoy reunimos en este volumen. Como también lo hiciera en la posterior La utilidad del deseo (2017), Villoro convierte aquí sus lecturas en relatos de la inteligencia. Ambas obras muestran a un narrador sumido en la aventura de leer; las anécdotas se suceden como en una novela y los comentarios surgen con el ingenio de una feliz tertulia.
Por estas páginas transitan una excepcional galería de personajes: Goethe atrapado en la geometría del amor; Cervantes, fundador de la road novel; Rousseau, que une su destino a la arriesgada noción de autor; Lowry en el intoxicado paraíso de Cuernavaca. También encontramos un testimonio de afinidades electivas: una reconstrucción de la convulsa estancia de Burroughs en México; la indagación del exilio póstumo de Bernhard; el jardín ilustrado de Monterroso; la vertiente más heterodoxa de Fuentes; el viaje sin aduanas de Pitol; la inteligencia distraída de Rossi. Junto a estos y otros tributos y retratos, hay espacio para el Villoro cronista y para el que explora los ritos de pasaje de la traducción literaria y el diálogo entre las literaturas de América y Europa.
«Ensayar: leer en compañía», define Villoro. Un viaje dialogado con amenidad y agudeza, muestra de la extraordinaria virtud del autor para razonar, transmitir y contagiar sus pasiones.
«Si Barthes habló del placer del texto, Juan Villoro nos brinda un extraordinario placer de la lectura» (Gérard de Cortanze, Le Figaro Litteraire); «Juan Villoro es uno de los autores que mejor piensan la literatura hoy» (Patricio Pron, Babelia).