Ana cumple trece años, el 12 de junio de 1942, y recibe un regalo muy especial: un diario. Ana, con vocación de escritora, decide imaginar que el diario es su amiga más intima, su amiga del alma: le pondrá de nombre Kitty y desde el primer momento le confiará todo cuanto suceda en su mente, en su corazón y en su entorno.
Pero sus circunstancias son muy excepcionales: Ana es una niña judía, hija de comerciantes alemanes, que tras el inicio de las primeras persecuciones nazis huyeron a Holanda buscando la salvación. En julio de 1942 poco de iniciar su diario, la invasión alemana obliga a su familia a escapar de nuevo, y el medio que encuentran es esconderse en el anexo, la Casa de atrás, de una casa antigua donde estaba ubicada la oficina y almacén de la empresa del padre de Ana. En ese espacio reducido convivirán -siempre sin hacer ruido, sin dejarse ver, extremando las precauciones para no ser cazados por la Gestapo- durante poco más de dos años ocho personas, la familia de Ana y la de unos amigos y socios de sus padres, y Ana confiará esta experiencia a Kitty, con una sensibilidadad y una inteligencia extraordinarias, dando lugar a uno de los relatos más conmovedores jamás escritos.