«La vida no vive». Las condiciones que rigen la existencia en las sociedades contemporáneas generan vidas irremisiblemente dañadas. La teoría crítica de Theodor W. Adorno parte de esa certeza y constata cómo, bajo las coerciones de un poder social avasallador, las biografías individuales se constituyen como un «sistema de cicatrices». Así evidencia los rasgos más lesivos de una lógica social que debilita a los sujetos, socava la posibilidad de la crítica y parece alejar la perspectiva de transformación social en el momento en que esta se vuelve más necesaria.
En Desde la vida dañada Jordi Maiso muestra cómo el pensamiento de Adorno aspira a mantener vivo el impulso emancipador en una realidad histórica marcada por el fascismo, Auschwitz, el desvanecimiento del horizonte revolucionario y la emergencia del capitalismo avanzado y la industria cultural. Su diagnóstico sobre los peligros de una «normalidad» social que sigue albergando potenciales regresivos y autoritarios ha preservado una inquietante vigencia. Jordi Maiso nos muestra, de la mano de Adorno, que en la experiencia del daño está en juego el que la crítica no claudique, que la vida -aunque dañada- pueda seguir ofreciendo resistencia.