Construida sobre las ruinas del agotamiento contemporáneo y con las reglas de una ciudad utópica en la que se superponen voces y géneros, esta novela vehemente e irónica incita a la rebelión contra el dominio del éxito y el mandato productivo.
Una carta sorprende a Lucrecia. Entre frases iracundas contra el trabajo y el mito del progreso Vita, su tía recién fallecida, encriptó el mapa de un tesoro enterrado en medio de La Pampa. Poco a poco, esa voz y la sucesión de acontecimientos descabellados que desencadena trastocan sus costumbres mundanas y su férrea disciplina laboral.
Irónica y corrosiva, sin perder el sentido del humor ni por un instante, Cristoff revela el extractivismo vital que subyace en tantas prácticas contemporáneas. Del mail a la autobiografía, de la crónica de viajes al retrato y el telegrama, del teatro al cancionero anarquista, la novela se va armando en una superposición de personajes, formatos y géneros al modo de los números de las ferias o los circos ambulantes. Preciosamente escrita, Derroche es una brillante sátira social que homenajea a la picaresca y convoca a una fiesta de los insurrectos.
Sobre Derroche:
«El pródigo título elegido por la autora va en línea con la abundancia de recursos a los que apela en su escritura, arrancándole volumetría al plano de la página (...) Mucho más que una secuencia de hechos propia de la linealidad que pretenden los guiones cinematográficos, Derroche es, acaba siendo, un conjunto de paisajes urdidos por una relación. Particularísima. Amorosa, de un modo inquietante».
Gabriel Sánchez Sorondo, Revista Ñ