Declaración de las canciones oscuras es una obra de suma originalidad, donde Fabre ha conseguido capturar tanto el lenguaje y el tono como la mentalidad de la época en que transcurre la historia, al tiempo que le imprime un carácter muy actual, volviendo a contar el mito de fray Juan de la Cruz en clave contemporánea. Para ello, se vale de un registro que lo mismo roza la delicadeza poética del fraile carmelita, que utiliza el humor y el sentido del absurdo para envolver al lector en una historia que en sus manos deviene atemporal, contagiándonos del deseo místico o no tan mísitico que recorre de principio a fin esta prodigiosa novela.