De manera anticipada advertí en mi obra los múltiples errores que cometieron los hermanos Galán en la reconstrucción política de su proyecto familiar para las elecciones al Congreso de la República, ignoraron a verdaderos fundadores, ello fue un error, las peleas entre los hermanos Galán y Rodrigo Lara Restrepo fueron muy mal vistas por la opinión. Además, recuerdo cómo Lara Restrepo fue adversario y se opuso a las leyes de la JEP y del proceso de paz como presidente de la Cámara y me pregunto: ¿De quién recibió las órdenes?
Los personajes centrales son Luis Carlos Galán, al destacar su vida y obra, y Álvaro Leyva Durán, quien merece un reconocimiento por su compromiso histórico con los procesos de paz desde el gobierno de Belisario Betancur y a quien he acompañado silenciosamente por más de diez y ocho años en la búsqueda de la paz total, he sido crítico de la ingratitud del Partido Conservador para con el estandarte de la paz, y olvidan que Gómez Hurtado lo destacó como el hombre clave en su liberación, este sector ha sido injusto con uno de los pocos estadistas que nos quedan; cuento además, como nos han perseguido, chuzado los organismos de inteligencia , y hasta canazos infames no han faltado por buscar concretar una paz real.
Perplejo me ha dejado la falta de cortesía de Andrés Pastrana con Leyva, ya que él fue fundamental para elegirlo presidente de los colombianos; en otro tema aparte analizo el fracaso del plebiscito como consecuencia del anhelo de César Gaviria para que el triunfo del proceso de paz fuese bandera liberal y no nacional. La paz no se plebiscita es un precepto constitucional, los únicos que no entienden esto son los miembros dogmáticos del Centro Democrático.