Este es un libro polémico, novedoso en su momento e, inesperadamente, actual. De eso que llaman antropología mexicana tuvo una sola edición, en 1970, pero sigue siendo consultado por cada generación de antropólogos desde entonces. Es una obra imprescindible de las ciencias sociales, pues discute la situación y la posición del indio en la sociedad nacional, desde la formación de la nación hasta el surgimiento del indigenismo como política. El pensamiento articulado de cinco grandes antropólogos aborda este asunto, comenzando por una revisión de la antropología mexicana, pimero como instrumento justificatorio del segregacionismo, luego como promotor de la cohesión de las culturas. Se analizan los postulados de la teoría indigenista y las dificultades de su aplicación, pero también las aportaciones de la antropología para solventar los problemas de la sociedad indígena y las medidas que se han tomado en los planos social, cultural y económico. Se analizan las posturas y los enfoques adoptados por las instituciones que impulsan esta disciplina y se culmina evocando los objetivos de la antropología; a su vez explica los modelos y métodos más apropiados para la formación de los futuros antropólogos. Los resultados de esta crítica pueden verse a mediano plazo: el respeto y el derecho a una cultura propia, ya no como obstáculo a la formación de la nación, sino como un enriquecimiento práctico de la misma; el patrimonio cultural como un elemento integrador, la unión con las diferencias y, de de hecho, la promoción de éstas.