La obra de Juan José Arreola (Jalisco, 1918- 2001) es un despliegue notable de temas y estilos; del cuento fantástico a la fábula de animales, de lo mágico a lo fantasmagórico, del amor idealizado a las más hermosas metáforas del dolor y de la muerte, los relatos reunidos en este Confabulario recorren ese espacio de ingenuidad y sapiencia que constituye el núcleo de su obra. Una obra cuyos orígenes se remontan a las literaturas clásicas y en la que el lector -como resaltó un crítico- descubrirá a un narrador de poderosa y sorprendente imaginación, a un orfebre de las palabras y a un mago con los poderes de la imaginación. Soy autodidacto, es cierto. Pero a los doce años y en Zapotlán el Grande leí a Baudelaire, a Walt Whitman y a los principales fundadores de mi estilo: Papini y Marcel Schwob. Y oía canciones y los dichos populares y me gustaba mucho la conversación, escribió el propio Arreola, una de las mayores voces, junto a Juan Rulfo, de la literatura mexicana contemporánea.