Una de las habilidades más necesarias que todos debieran desarrollar es la de influir en los demás. Sin ella, las relaciones humanas son ineficaces en el mejor de los casos y desastrosas en el peor. Ya sea que trates de cerrar un negocio, una venta millonaria o simplemente intentes alentar a tus hijos o a un amigo a ser mejores, lo cierto es que si careces de la capacidad de influir no podrás convencer a nadie, ni siquiera a ti mismo.
La mente es similar a una cerradura de alta seguridad. Si te comunicas mal (con charlas interminables, presiones o falta de empatía), te será imposible abrirla. En cambio, si aprendes a transmitir tus ideas de la manera adecuada, la cerradura se abrirá y descubrirá ante ti el tesoro de la conciencia a la que podrás ayudar y motivar para lograr tus mayores sueños.