Las biografías de compositores e intérpretes suelen conceder excesiva atención a la música, cuando no a las propias memorias de los artistas, en perjuicio de una comprensión cabal y ponderada de la vida y obra del artista y su circunstancia. Ensayos estos que, a la usanza academicista, rara vez van más allá de los límites de la investigación bibliográfica; obviando otras posibilidades que brinda el trabajo de campo -ya sea por medio del periodismo de investigación o vía la reveladora exhumación de los testimonios de otras fuentes, tanto o más relevantes que la memoria selectiva del autohagiografiado-.