Como es arriba es abajo es un trabajo que la artista cartagenera María Isabel Rueda desarrolló en dos partes. Por un lado, a lo largo de un año, recolectó diariamente las hojas de un árbol de croto que había al frente de su casa, y de cada una de estas hojas realizó enigmáticos dibujos monocromáticos que recuerdan el cielo. Y por el otro, se dedicó a tomar fotos del cielo en distintos países del mundo. Lo hacía -como ella misma dice- buscando algunas respuestas en el horizonte, algo que los indígenas le enseñaron a hacer con amor y respeto. Las fotos y los dibujos coinciden formalmente de manera latente y dan cuenta de una conexión primaria con los elementos, el destino, la grandeza y la insignificancia de las cosas