Jay Heinrichs, el autor que ha modernizado los principios de la retórica, vuelve con una original introducción al arte de la persuasión inspirada en los negociadores más hábiles del planeta: los gatos. Combinando el humor con una gran capacidad didáctica y las deliciosas ilustraciones de Natalie Palmer-Sutton, Jay Heinrichs desarrolla un principio que nuestros amigos felinos, hábiles manipuladores donde los haya, conocen bien: en caso de desacuerdo, el enfrentamiento directo no es mejor la estrategia.
Recurriendo a las herramientas de Aristóteles y otros retóricos clásicos, el autor desgrana los trucos de persuasión más eficaces para «llevarse el gato al agua»: escoger el mejor momento para saltar sobre el adversario, hacerle creer que tiene el poder, desmontar una falacia, convencer mediante el lenguaje corporal, ganarse el respeto del otro y convertir, en suma, un desacuerdo en una excelente relación.
Tan práctico como accesible, Cómo discutir con un gato es el manual infalible para conseguir que cualquiera -colega, jefe, pareja, amigo o rival- se pliegue a nuestros deseos. Incluidos los gatos.