Este libro contiene una serie de cartas, cuidadosamente apócrifas, de aquellos autores que para tantos niños y jóvenes constituyeron la primera biblioteca. Esos autores que leíamos con avidez, fascinados por las aventuras de sus múltiples pequeños huérfanos: Mark Twain, Jack London, Louisa May Alcott, Emilio Salgari, ...