En esta segunda parte parte de su autobiografía, Toni Negri relata el periodo vital en el que el profesor y militante de la autonomia operaia se convirtió en el protagonista de lo que Michel Foucault denominó «un nuevo affaire Dreyfus en Europa». Elegido por los fiscales cercanos al PCI como el cattivo maestro detrás del conjunto de la lucha armada en el «largo 68» italiano, la gran redada del 7 de abril de 1979 llevó a Negri a la cárcel y junto a él a buena parte de la militancia autónoma italiana. La apuesta italiana por una Europa revolucionaria terminó de aquella manera. En medio del calvario carcelario, el paisaje político y social italiano y europeo vivió las devastaciones de la contrarrevolución neoliberal, cuya primera tarea fue la desfiguración del pasado y de la memoria. El significante «años de plomo» se encargó de cubrir por igual de una pátina siniestra a verdugos y víctimas, al terrorismo de Estado y a la autodefensa de las luchas obreras y proletarias. En ese laberinto, Negri aprende a resistir colectivamente a la cárcel como única manera de sobrevivir.