BIANKI DIEGO / GIRONDO, OLIVERIO / FERNANDEZ, MACEDONIO / FERNÁNDEZ MORENO, BALDOMERO
Alguien dijo (varios lo dijeron, y no importa quién lo dijo antes) que la ciudad es un libro que se debe leer con los pies. Tratándose de Buenos Aires, eso es completamente cierto: para conocer esta ciudad es preciso caminar mucho por ella y leerla de cabo a rabo. Hay que escuchar todas sus voces; también las que se manifiestan a través de las imágenes y los textos impresos.
El libro Buenos Aires ha ido creciendo a lo largo de diez años en los cuadernos de viaje y de paseo de Diego Bianki. Mientras su autor insistía en perderse en la ciudad por mirar excesivamente hacia las nubes o por no apartar los ojos del suelo, iba poco a poco reuniendo esos papeles («marcapáginas de la ciudad», según la greguería) que el viento mueve a su antojo por los amplios salones de una biblioteca inabarcable. Si por un instante uno de ellos atrapa su atención, corre tras él y se lo echa al bolsillo.
Así, Bianki se ha servido de centenares de papeles recuperados de la basura para ilustrar cada una de las veintisiete letras que componen este alfabeto: hay etiquetas de fruta, envoltorios de caramelo, cajas de fósforos, cartones de embalaje, folletos comerciales, servilletas, manteles y todo tipo de material impreso. Vacas, conejos y pingüinos salen al paso para saludar a los alegres caminantes que recorren veloces una galería de brevísimos textos.