A lo largo de las tres décadas desde su muerte en 1976, muchos lectores y críticos de Agatha Christie han sostenido que su libro más convincente es el menos conocido: su Autobiografía. A pesar de sus éxitos, siempre fue una persona muy celosa de su intimidad, llegando a extremos extravagantes por eludir las apariciones en público. Rodeó su vida con un manto de misterio casi tan impenetrable como el de sus novelas.
En esta obra nos cuenta los años felices de la infancia en el extranjero, los devaneos amorosos de la juventud, sus dos matrimonios, así como los contratiempos al comenzar la carrera de escritora y la consecución gradual de su éxito. Es la autobiografía de alguien que supo disfrutar de la vida y, al mismo tiempo, el estudio de una profesional consciente, de una escritora que sabía perfectamente cuál era su trabajo y que nos cuenta cómo lo realizó.