La Segunda Guerra Mundial, el Holocausto o las purgas de la Unión Soviética son episodios de la historia reciente que muestran cómo el mundo, en vez de alcanzar un progreso verdaderamente humano, va sumiéndose en la barbarie hasta el punto de volverse patente la amenaza de una Tercera Guerra Mundial. ¿Qué ha ocurrido para que no se cumplieran las promesas fraguadas durante la Ilustración? Pareciera que a la humanidad le resultara más atractivo el uso de la agresividad y la violencia que el de la racionalidad y la ética. ¿Qué hay en la condición humana que nos arrastra irremediablemente a las orgías de destrucción y violencia a las que se entregó el siglo xx y parece que se entregará el xxi?
Erich Fromm abordó el problema de la agresión humana desde todas las aristas para detectar cuáles son las causas que originan esa genuina destructividad. Basándose en los hallazgos de disciplinas como la antropología, la paleontología, la psicología y la historia, y a través de un sorprendente análisis del carácter de Stalin, Hitler y Himmler, en Anatomía de la destructividad humana estudia cómo los fracasos de nuestra capacidad para amar y razonar desencadenan un deseo de control absoluto sobre la vida o, ante la imposibilidad de dominio, la total destrucción.